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Mostrando entradas de noviembre, 2013

Tu piel

He soñado con su color y su inmejorable aroma. He soñado con estremecerla a mi tacto y escuchar en cada uno de sus poros su transpiración. He soñado con probarla. Tu piel. Pero qué más da soñarla si despierto y puedo tocarla. Más aun, con todo y todo, deseo seguir soñándola.

El cuerpo

Se estremeció con ese cuerpo que sin tocar ha tocado,  que sin verlo ha visto  y que sin pensar ha pensado. Es un deseo tal vez, un capricho quizá,  pero es un cuerpo real, que existe  y que sin embargo sólo tiene en su imaginario.

Cortos I

Y me adentré en el oscuro color de sus ojos como la noche, en ese brillo tan casual de los mismos como la luna,  sólo para enamorarme de ti, dama oculta.