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Mostrando entradas de 2019

Sin solicitud

No te pedí que llegaras, no, no te lo pedí; y lo hiciste, te colaste como luz por las ventanas en un amanecer de domingo justo cuando no quieres salir de la cama, invadiste ese espacio, mi espacio, te acurrucaste en mi mente y comenzaste a conquistar cada uno de mis sentidos, para conocerme y para dejarte conocer; no te lo pedí sin embargo te acomodaste cerquita del corazón, contabas los latidos y el flujo de la sangre, cada segundo, cada minuto y entonces empezabas a descifrar mis debilidades. No, no te pedí que te quedarás y sin embargo así fue, en mi cabeza la imagen de esa mirada me da vueltas, las mismas vueltas que da tu cabello alborotado al caer sobre tus hombros, las mismas vueltas que da tu piel al contorno de tus caderas. Así fue como entraste en mis sueños, son breves segundos, pero te apareces justo antes del sonido de la constante alarma matinal, maldita alarma, benditos sueños. No te pedí que llegaras, mucho menos que te quedaras, pero lo hiciste y ahora forma

Tranquilo

Vivir tranquilo, a la orilla de tus pestañas. Vivir tranquilo, encerrado en tu mirada. Vivir tranquilo es saber que ocupo una décima de tus pensamientos. Y si piensas, me piensas y te pienso, estaré tranquilo, Habitamos en el complejo y lamentablemente finito sistema de recuerdos, donde cierras los ojos y viajas. Viajas al pasado, recuerdas ese beso, y sonríes. Viajas al pasado, recuerdas el gemido y te erizas. Regresas en el tiempo, vuelves y me extrañas, y te extraño al volver al presente. Es esa intima conexión que nos mantiene, unidos. Pero, sonríes. Entonces vivir tranquilo es recordar, vivir tranquilo es abrazar, es besar, o simplemente pensar. Por lo tanto, piensa, piénsame y no me olvides.

fugaz

El viento trajo consigo el perfume que descansaba en tu cuello, mi olfato lo recibió con una dulce sensación de frescura y lo transformó en un suspiro,  nuestros ojos se cruzaron en una mirada que se interrumpía por fugaces parpadeos. Tus dedos se encontraron con los míos en una inquebrantable cadena y me jalaste hacía ti para unir tu aliento a mis labios desesperados por romper la sequía con el color de tu lápiz labial. Así lo hiciste; cuando el suave toque de tu boca me invadió, un nervioso derrame de emoción cruzó por todas mis venas haciendo que el corazón me latiera mas rápido que si hubiera corrido un maratón, al instante un impulsivo abrazo te acercó a mi pecho y me permitió sentirte, cerquita, tan cerquita que sentí tu pulso igualmente ansioso y tu palpitar también acelerado. Rompimos el beso para sonreírnos, nos miramos sabiendo que nos volveríamos a encontrar pronto; una voz en segundo plano mencionó tu nombre, señal de que tenías que retirarte, y con la última mueca

Déjà vu

Era tan familiar esa caricia, tus dedos sobre mi oreja rodeando discretamente todo su contorno mientras armabas frases que me recitabas quedito haciendo que mi piel se erizara en más de una ocasión. Y después tus labios se apoderaron de mis ojos, los párpados cerrados recibían tantos besos que no era posible abrirlos entre cada uno de ellos; sabía lo que venía, todo eso me resultaba tan conocido. ¿Qué seguía? Desabrochabas la blusa y me permitías ver tu brasier blanco con adornos rosas, el mismo que hace algunos días te regalé; dejabas al descubierto tus hombros para poder besarlos al tiempo en que te hacías cargo de eliminar cada botón de mi camisa. Tus manos en mi pecho, esa mirada que tanto me encanta y un beso largo, muy largo acompañado de un abrazo sostenido que permitía a nuestros cuerpos acercarse demasiado. Me di cuenta que no era un momento único, de alguna manera todo eso ya lo había sentido a pesar de ser esa la primera vez que me acercaba tanto a tí;

Música

En el pentagrama de tu piel he dibujado una nota, sol, la, mi; de tus senos la armonía, de tus labios la sinfonía, besarlos, tocarlos,  cual instrumento delicado, dedicado a aprenderlo y perfeccionarlo. Cuerdas, viento, tacto, el instrumento es tu cuerpo, la batuta en mis manos, la orquesta es tu deseo; entrégame tu sed, tu hambre, tu pasión, música es lo que haremos cuando hagamos el amor.

El plan

Había calculado la mayoría de las probabilidades… Tomaríamos un café mientras escuchábamos la música del trovador y platicábamos de situaciones triviales, de lo que nos había pasado durante el día o de cualquier anécdota que nos arrebatara sonrisas. Pediríamos un postre o quizá una bebida más fuerte, el lugar se prestaba para eso; después caminaríamos por las calles del centro, nos sentaríamos en alguna banca del zócalo o en cualquier otro lugar que nos permitiera seguir platicando. Así en la idea el plan era perfecto. Había pensado en todo eso… Y cuando tuviera la oportunidad te diría que me gustas mucho, mirándote a los ojos me acercaría para darte un beso en la mejilla y recorrería mis labios para besar los tuyos, un beso delicado, sin prisa, que capturara el momento para que pudiera ser recordado como algo bello en nuestro futuro; aprovecharía el aire frío de la noche como un buen pretexto para abrazarte y entonces volvería a besarte si es que el primer beso hubiera

Un día normal

Es el inicio de un día laboral, sales de la regadera y te quitas la bata de baño para ponerle crema a tu cuerpo paseando tus manos sobre cada uno de los poros que deben ser humectados para evitar el maltrato que pudiera ocasionar el ambiente en el que te desenvuelves durante la mañana, la tarde y la noche. Del cajón sacas la ropa interior, ese conjunto negro semitransparente con listones a los costados que se amarran en forma de moños; ajustas por la espalda el brasier, te subes los pantis, volteas al clóset y piensas en la blusa y el pantalón que deberás usar el resto del día; mientras lo piensas admiro tu espalda y esa curva que se forma al inicio de tus caderas, no me había percatado de ese lunar aunque no se forman en una sola noche, simplemente un descubrimiento más; me fascina la combinación que hace el tono de tu piel con el color negro en una imagen que capturo en mi pensamiento antes de que tomes la blusa beige y el pantalón de mezclilla ajustado; una selección   complet