Era tan familiar esa caricia, tus dedos sobre mi oreja
rodeando discretamente todo su contorno mientras armabas frases que me
recitabas quedito haciendo que mi piel se erizara en más de una ocasión.
Y después tus labios se apoderaron de mis ojos, los
párpados cerrados recibían tantos besos que no era posible abrirlos entre cada
uno de ellos; sabía lo que venía, todo eso me resultaba tan conocido.
¿Qué seguía?
Desabrochabas la blusa y me permitías ver tu brasier
blanco con adornos rosas, el mismo que hace algunos días te regalé; dejabas al
descubierto tus hombros para poder besarlos al tiempo en que te hacías cargo de
eliminar cada botón de mi camisa.
Tus manos en mi pecho, esa mirada que tanto me encanta
y un beso largo, muy largo acompañado de un abrazo sostenido que permitía a
nuestros cuerpos acercarse demasiado.
Me di cuenta que no era un momento único, de alguna
manera todo eso ya lo había sentido a pesar de ser esa la primera vez que me
acercaba tanto a tí; quizá había sido tanto mi deseo, quizá habían sido
todas esas veces en que te miraba y me imaginaba lo que podría suceder; no lo
sé, sólo sé que déjà vu le llaman, pero en ese momento no pretendía
explicármelo, simplemente tenía que disfrutarlo...
Comentarios
Sensual, ertotico, estimulante.
Una verdadera joya.
Enhorabuena.
Y gracias por compartir.
Saludos