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Mostrando entradas de enero, 2014

Mujer de mi cotidiano.

Rosada, cual atún el color de tu piel al amanecer,  como el maíz de tan ricas tortillas que se enriquece en los campos con los primeros rayos del astro,  así se miran tus piernas al descubierto, ese vientre y la chuleta que al ver desnuda saboreo. Has de saber lo que imagino cuando pelas el chayote y lo untas con chipotle con tus manos de toque divino. ¡Que me pasen la aspirina! pues mi cabeza estallará, si los ejotes los limpias de tal manera, ¿qué otras cosas tus manos harán? Aunque lo sé, pero claro que lo sé y sin embargo tiemblo,  y me quiebro como cuadro de papel higiénico cuando me pongo a pensar,  que si el arroz y el mole  se unen como manjar, tu y yo en la cama no podríamos fallar. Amada mía, mujer divina, enamorarte cada día es mi responsabilidad. El texto fue realizado para un concurso y se debian utilizar las palabras: Ejotes / chuleta / papel higiénico / arroz / chipotle / atún / tortillas / Chayote / aspirina .   Si les gusta y desean votar lo

Hielo

Desnuda tu mente mujer de mis encantos y luego lentamente tu ropa retira también que besaré tu cuello, tus hombros, tus senos  y jugaré con hielo en la punta donde terminan ellos. Relaja tu cabellera y permite que la saliva que deja el hielo a su paso marque un trazo en esas curvas delineadas, delicadas,  y tan femeninas. A cada centímetro tu temperatura lo vuelve líquido y la lengua, mi lengua que se guía de él absorberá pasión directamente de tu piel  desde los parpados hasta el borde del pezón endurecido, erizado, pero no, no de frío. Y lo aspiró, lo respiró y siento como eleva tu ritmo cardiaco, tu libido, continuando el incansable recorrido hacia el sur  que en la geografía de tu cuerpo  es un destino. No hay prisa en tus pantorrillas, hago una pausa breve y te admiro, el talón de Aquiles, la rodilla, esa parte que depilas y aquel llamado de Venus, el monte de Venus donde el hielo deja de serlo por el calor que ahí domina. Secaré con mis labios, mejill