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Mostrando entradas de junio, 2010

Instantes

… Mis labios ya habían comenzado a saborear tu piel, tu cuerpo comenzaba a estremecerse al ritmo de nuestras sombras que se reflejaban juntas en la pared, un breve y refrescante viento entraba por la ventana, acompañado de una brisa nocturna apenas perceptible, lo suficiente para humedecer tu cuerpo que era consumido por mis besos. En ese momento desaparecen los cuestionamientos…  La mente vuela,  el cuerpo siente, la sangre hierve. Tu respiración agitada me indica que es el momento indicado para liberar toda la pasión, tus músculos se tensan y en un instante la mente se pierde en un infinito. ... Reaccionas. Tu respiración se ha tranquilizado, me recuesto a tu lado mientras te abrazo, y tú, tú dibujas en tu rostro una sonrisa que aún no he olvidado.

Hoy, es tu día.

Naciste un día como hoy, tus ojos vieron por primera vez la luz del día, seguramente lo hiciste con alegría, esa alegría que te caracteriza. Tu mirada es la misma, esa ternura, esa agradable simpatía. Naciste un día como hoy y eso lo celebramos, tu cuerpo ha cambiado, de niña a mujer, pero aún conservas esa inocencia dentro de tu ser. Te divierte lo trivial, te emociona lo sincero, te asombra lo autentico, eres la inquieta niña que ocasionalmente ve de colores a la vida. Y digo ocasional pues ahora has madurado, enfrentas responsabilidades, cotidianidades, a veces las cosas son color gris, o quizá tan negras que no encuentras la salida, ¿pero sabes?,  tienes la fuerza y la capacidad de cualquier reto superar. Porque eres mujer y la inteligencia es tatuaje de tu ser. Naciste un día como hoy y aquel pequeño corazón ahora se ha agrandado, bombeas amor entre tu sangre, la repartes, la limpias, la compartes, pero sólo tú sabes a quién entregarla y en qué cantidades, porque eres libre d

XI

He recorrido el camino de tu cuerpo, desde tus caderas hasta tus senos. El sabor de tu piel he degustado y de tus besos me he embriagado. Te conozco cada poro, te he contado cada lunar, es tu cuerpo mi tesoro pero hay algo que no logro encontrar. Tu corazón. Me parece que esto sólo se trata de sexo, pues no logro descifrar el amor.

Caprichosa infidelidad.

 ¿Qué haces aquí? Date cuenta caprichosa infidelidad que aquí no hay espacio entre los dos, sólo estamos ella y yo. ¿Por qué tratas de meter tus manos? Hazte a un lado caprichosa infidelidad y déjanos vivir nuestro amor. ¡Ah!, pero es que te entiendo. No depende de ti, sino de ella, sino de mí. Eres tentación entre la confianza y el corazón. Y no, no creas que causas emoción, en realidad lo único que causas es dolor. ¡Ah!, pero es que te entiendo. No depende de ti, sino de ella, sino de mí. Tú me incitas, a sentir manos ajenas. Tú la provocas, pero es ella quién se equivoca. Tú eres la serpiente, estamos al filo de tu boca. Y si nuestra decisión es equivocada y caemos en tu trampa, tú, caprichosa infidelidad, del triunfo estarás regocijada, mientras nosotros encaminados a una relación sin esperanza. … mejor, aléjate.

Dulces sueños.

Me acomodé suavemente bajo las sábanas, tu cuerpo había adquirido ese calor que sólo la comodidad de la cama sabe regalar, tus parpados cerrados descansaban tu mirada que seguramente observaba todo lo que en tus sueños pasaba. Y te abracé por la espalda, y me contagié de tu calor, mi mano encontró tu vientre y mi pecho se acomodó en tu espalda, el aroma de tu cabello me adormeció y mis ojos se cerraron al instante. En mis sueños te encontré, tus pies descalzos marcaban huellas en un verde césped, tenías un brillo especial alrededor de todo tu cuerpo, tus húmedos labios saboreaban una roja fresa mientras el suave viento movía con sutiliza ese largo vestido blanco que sensualmente se adhería a tu piel. Te observé sin acercarme ya que no quería molestarte, sin embargo, me escuchaste, giraste tu cabeza para mirarme por encima de tu hombro, la luminosidad de tu mirada me sonrío y repentinamente desperté; tú, seguías completamente dormida. Te has convertido en el reflejo

Hablando con sus sombras.

Recuerdo cuando todo esto empezó, hace poco más de un año, no fue la primera vez que escribí un poema, pero sí la primera vez que lo escribí para un blog en Internet, los motivos fueron personales, la necesidad de desahogar lo que en su momento sentía, ese desahogo se convirtió en gusto, ese gusto se convirtió en constancia, esa constancia es algo que disfruto. Desde  entonces, me he encontrado en un mundo donde se convive, se viven experiencias propias y ajenas, se comparten culturas y expresiones diversas, un mundo donde la amistad crece desinteresada, donde el olvido no es reprochable, donde los comentarios se vuelven entrañables, donde las criticas construyen, donde los consejos no se detienen, donde el amor y el dolor se comparten sin cuestionamientos. En este blog han encontrado y encontrarán textos que nacen de sentimientos personales, de experiencias vividas, y muchos otros nacidos de la imaginación, sería difícil saber cual sale del corazón y cual otro del cerebro

Hacia adelante.

Te hablé con el cuerpo, te canté con la piel, me entregué a tu cielo y a tus engañosos besos sabor miel. Te viví con el alma, te amé con la vida, me diste la espalda y te fuiste sin despedida. Te fuiste como el viento en busca de un corazón ajeno. ¿Pero sabes? No es odio lo que siento, ni rencor hacia tus sentimientos. Decidiste escapar de alguien que te sabía amar, no me importa donde estes, no me importa con quién estes, nunca otros labios te dejarán tan marcado el sabor que en ti impregne. Nunca otro cuerpo te mostrará las estrellas, ni te cantará en luna llena como este cuerpo lo sabía hacer. No me importa donde estes, no me importa con quién estes, soy feliz sin tu falsedad y se que alguien más me valorará. Me dejaste, sí, pero ni siquiera me importa el porqué.

Pregunta...

Te quiero vs Te amo Escena: El día fue pesado en la oficina, un dolor de espalda me tiene al borde de la cama, decido ducharme mientras escucho el sonido que haces con la cuchara al ponerle azúcar al café. Subes a la habitación con dos tazas humeantes, te recuestas a mi lado y me dejas recargarme en tu pecho mientras conversamos los asuntos del día y consumimos el café. Me lavo los dientes y me envuelvo entre las sabanas al tiempo que te acercas, me regalas un dulce beso y me dices: Opción 1: Que descanses amor, te quiero mucho. Opción 2: Que descanses amor, te amo. No es cuestionario de opciones múltiples, pero díganme algo, ¿Se siente la diferencia?