Ir al contenido principal

Arenita, el pez besucón.


Arenita era un pez, una hermosa especie de río que gustaba de danzar contra corriente, sus brillosas escamas soltaban chispas por donde quiera que nadara, se movía con la gracia de una bailarina, como ningún otro pez. El estanque era pequeño, el deshielo de las montañas lo alimentaban, ahí también vivía Él, ni siquiera tenía un nombre, parecía serio, reservado, en realidad todos lo conocían como el bichito raro. Sí, era un simple bicho, uno de esos que suele posar sus patas sobre el agua y quedarse inmóvil, simplemente flotando, dejándose llevar por la corriente.

Fue un casual día para ambos, el bichito flotaba en la superficie mientras arenita buscaba el almuerzo, de repente lo vio desde el fondo, sus bellos ojos brillaron y de inmediato nadó hacia la superficie para atraparlo. De alguna milagrosa manera el bichito brincó sobre el agua logrando escapar de Arenita que parecía decidida a atraparlo; una vez a salvo sobre una frágil hoja, el extraño bicho la observó a través del agua, Arenita hizo lo mismo, cuál sería su sorpresa que cuando aquellos ojos se cruzaron hubo un gran impacto, y no precisamente el del cazador y el cazado.

Fue un extraño flechazo, el bichito raro se atrevió a acercarse, se posó sobre el agua muy cerca al hermoso pez, Arenita lo observó con más cautela, sorprendida, pero con un extraño deseo. 

El bichito que de por sí era raro, tocó las escamas de arenita en un gesto muy emotivo para ambos, Arenita sonrió, y se acercó un poco más, bajo el agua ella lo veía más grande, los inquietos ojos del bichito le gustaban, sus extrañas patas eran suaves y el tacto en el agua la emocionaba.

Él se atrevió y en un instante un extraño beso le dio, el corazón de arenita se aceleró, su aleta soltó chispas plateadas por el agua y sin pensarlo más acercó su boca al bichito raro y un inmenso beso le plantó.

Arenita sonreía, su corazón brincaba de alegría y cuando finalmente abrió los ojos, no lo encontró. Lo buscó desesperada, arriba y abajo del agua, pero el bichito raro después de aquel beso nunca apareció, Arenita lo sabía, que aquel más que un beso fue un bocado, algo que ella hizo sin querer pues simplemente se dejó llevar por la emoción.

Sin embargo, Arenita no estaba triste, el reflejo del agua guardaba la imagen de aquel bicho raro, su boca conservaba su sabor y ahora en su interior sabía que él estaba mucho más unido a ella, aquel no había sido un simple beso, había sido un feliz sacrificio de gusto por un extraño amor.


Hay que tener cuidado con esos besos que matan.

Comentarios

La Chocorrola ha dicho que…
Ayyyyyyyyyyyyyy, qué lindo!
Me gustó mucho, es algo diferente de lo que has escrito.
Entra en mis favoritos.

P.D. El nombre 'Arenita' me recordó a la de Bob Esponja. XD

Abrazos, muchos.
Pluma Roja ha dicho que…
Simpático relato. ¡Cuidado con esos besos!

Saludos cordiales.
Unknown ha dicho que…
Buena historia, me gustó, me recuerda al del escorpion y la rana, solo que la historia de Arenita si es romantica.

Saludos.
p.s. He incluido esta entrada en Blog & Roll si tienes alguna objeción, no dudes en mandarme un correo.
DULCE VOZ ha dicho que…
Amigoooooooo que placer estar de nuevo en este espacio y encontrarme con tan bello relato!! Esa Arenita me encantó, prometo de verdad prometo ponerme al corriente en mi lectura a tu blog. Te mando un abrazo y un beso enoorme!!
la MaLquEridA ha dicho que…
Que relato tan tierno, me ha gustado.


Un beso.
Sherezada ha dicho que…
vaya!!!
que cosas pueden pasar en un pequeño momento de descuido... menos mal que en tu relato sirvio para que stuvieran más unidos...
pero si, hay que tener cuidado! jaja
saludos!!
Ojos ha dicho que…
"Porque amores que matan nunca mueren" diría Sabina. Que lindo tu lado tierno, me gustó también. Como todo.
Maya ha dicho que…
Hermoso..Me ha encantado la frase final. Es total. Aunque yo correría el riesgo de morir enredada en los labios de más de uno ;)
Mina ha dicho que…
¡Como extrañaba leerte!
Y volver a beber de tus letras de esta manera es sensacional, es hermoso, siempre hermoso llevarme ese sentir en la piel que solo Amorphis sabe expresar.

Besos
PashmiNa ha dicho que…
está bonito pero qué clase de "bichito" era "él"?? me imaginé que era un cangrejo ermitaño besando a un pez tornasolado... jajajajajaja pero me gustó mucho el relato!!

Saludos Ex Amorphis!!

xD
Munani ha dicho que…
Entonces es verdad eso de "comer a besos" ^^
Unknown ha dicho que…
Esas atracciones irresistibles y peligrosas...
me gusto mucho ¡¡¡
un abrazo
Moka Hammeken ha dicho que…
Gulp!!... Una pez fatale

Entradas populares de este blog

Así fue ...

Así fue como conocí… Tus labios. Fue un suspiro que se alejó de tu cuerpo para acercarse a mi oído, que provocó un beso robado que ni lo fue tanto por tu nerviosa complicidad, fue en una sonrisa que al mínimo detalle dejaba ver la inocencia de una mujer con ganas de vivir. Y después, después tu mirada. Qué tan noche pudo ser en realidad no importaba pues la luz que tus oscuros ojos emanaban era aún más fuerte que la de cualquier astro que con propia luz se iluminara. Cruzaste conmigo tu mirada sólo para descubrir secretamente que para entonces ya me amabas. Entonces descubrí tu cuerpo. Escultura que se tiende horizontal sobre mis sueños, tan desnudo como musa, tan deseado como el pecado que castigamos, tan seductor que sonrojas al más fino de los amantes, tan tuyo y en aquel instante tan mío que no perdí el instante de tocarlo con mis besos y guardarlo en mi pensamiento. Al momento, hacer el amor se volvió en demanda una tarea tan amena como cotidiana. Y la pasión y

La creación

… En el primer día me declaré, te dije lo que sentía y me correspondiste con una sonrisa… … Al tercer día tu mano tomé, me abría paso entre la obscuridad sin saber hasta dónde esta relación llegaría… … En el sexto día te besé, y las tinieblas se esfumaron en conjunto con mis inquietudes y por fin descubrí lo que llamaban ilusión, y por fin descubrí que tenía sangre en mi cuerpo pues con los días se llenaba de algo que llamaban sentimiento… … Y vinieron muchos besos y el roce de tus manos, el tiempo empezó a empujarnos en lo prohibido, en el pecado… … Entonces te observé desnuda, sensual, bella y pura... … Y en el día sesenta y nueve te tomé, recorrí cada parte de tu cuerpo y sentí en mí el placer de tu boca que me llenaba de besos… … Entonces supimos lo que era un orgasmo, y jamás entendí porque le llamaban pecado… ….Y nos hemos regalado miles de abrazos, y hemos sentido seiscientos sesenta y seis orgasmos, y un infinito número de besos apasionados… … Y a pesar de todo aún no

Tu nombre es seducción.

Frágil soy cuando besas mi cuerpo. Vulnerable. Incontrolable. Apetito por un beso. Y bailas con cadencia. Sensual. Natural. Tu cadera. Entiendes mi deseo. Rojo. Cálido. Averno. Y tus caricias son mi muerte. Uñas sobre piel ferviente. Mi boca en tu vientre. Demente. La seducción tiene tu nombre. El juego lo conoces. Enamoras, abandonas. Cautivas, rechazas. Me construyes, me destruyes. Tú eres seducción. Yo, tu fiel peón.