Sus labios húmedos los de él se apreciaban
secos, lo único por hacer era seguir una trayectoria horizontal hacia ella pero
cerró los ojos y sus narices chocaron, se rieron por supuesto, una risa
nerviosa, ambos lo estaban y lo volvieron a intentar; esta vez hubo más cuidado,
él se acercó despacio hasta sentir cerca su aliento, ella levantó ligeramente
los labios, con los ojos entreabiertos él calculaba tiempo y distancia, no
quería golpearla otra vez, finalmente sintió su cálida saliva untando por fin
sus labios, después no supo que hacer.
Fue uno de esos besos que perduran
en el pensamiento, no fue el más largo ni el más delicioso, fue un simple beso
de un par de humanos nerviosos que pretendían demostrar sus sentimientos, fue
uno de esos besos con el cual sonreirán al paso del tiempo, lo recordarán y les
causará gracia, fue un beso torpe, inexperto, juguetón, fue un beso de
primavera de esos que se suelen dar bajo un cálido sol.
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