Ir al contenido principal

La misma luna

Y ahí él, bajo la misma luna pensando en esa piel canela que perfuma sus venas y droga sus pensamientos, deformando sus instintos con la necesidad de ir a su encuentro y tener su cuerpo hasta rendirse entre sus piernas. Cuenta la luna que él recorría su espalda como si nunca la hubiera explorado y que ahí donde las velas atestiguaban el encuentro, la tomaba sin piedad entre sus implacables manos, entre sus incontrolables besos, sólo para raspar sus senos con la barba, para lamer sus piernas con el veneno de sus besos, para saciar su hambre de deseo. 

Comentarios

SusyBlog ha dicho que…
La Luna es una de mis cosas favoritas en este universo.... saludos
Mariela García ha dicho que…
"saciar su hambre de deseo" me encantó! Saluditos!
Mi nombre es Mucha ha dicho que…
Me ha encantado leerte El formato de tu blog es delicioso

Entradas populares de este blog

Así fue ...

Así fue como conocí… Tus labios. Fue un suspiro que se alejó de tu cuerpo para acercarse a mi oído, que provocó un beso robado que ni lo fue tanto por tu nerviosa complicidad, fue en una sonrisa que al mínimo detalle dejaba ver la inocencia de una mujer con ganas de vivir. Y después, después tu mirada. Qué tan noche pudo ser en realidad no importaba pues la luz que tus oscuros ojos emanaban era aún más fuerte que la de cualquier astro que con propia luz se iluminara. Cruzaste conmigo tu mirada sólo para descubrir secretamente que para entonces ya me amabas. Entonces descubrí tu cuerpo. Escultura que se tiende horizontal sobre mis sueños, tan desnudo como musa, tan deseado como el pecado que castigamos, tan seductor que sonrojas al más fino de los amantes, tan tuyo y en aquel instante tan mío que no perdí el instante de tocarlo con mis besos y guardarlo en mi pensamiento. Al momento, hacer el amor se volvió en demanda una tarea tan amena como cotidiana. Y la pasión y...

Rencor

Hoy por la noche a tu cama entraré, como una sombra por la ventana, cauteloso y silencioso tu cuerpo invadiré y te estremecerás sin saber qué es lo que pasa. Recorreré tu cuerpo con mis manos muertas, muertas de ti que se han enfriado ante tu ausencia, tu sexo arderá entre llamas al sentir la crueldad de mi lengua que extraerá tu esencia, esa que sin remordimiento alejaste de mi conciencia. Tu piel arrancaré, esa piel que alguna vez fue delicia de mis manos y que ahora decidiste entregar a un extraño. Tu alma me llevaré y no tendré indulgencia. Un pedazo de tu corazón dejaré, quizá puedas entregarlo a alguien más, el resto lo devoraré, me pertenece por todo el tiempo que te supe amar. Te haré sentir un último orgasmo y entonces me retiraré, llevando conmigo también el placer que tu cuerpo acaba de obtener, y en mi destrozado corazón lo conservaré, porque nunca nadie te habrá de satisfacer como sólo esta sombra lo sabía hacer. … Porque este quizá sea el...

Inalcanzable

Observé el reflejo de tu cuerpo danzando en la luna, contemplé a un par de estrellas queriéndose acercar, pero no lo lograron, y yo, también me esforcé, estiré mi brazo para alcanzarte, parecías lejana pero llena de vida, iluminabas la noche como sólo tú lo sabes hacer, pero, tampoco te alcancé.  Mientras tú, danzabas en la luna, tan libre y despreocupada, tan alegre e inmaculada. Levanté la escalera de mi alma tanto como pude, lllegué a lo más alto y ahí, te dejé mi corazón, lo suficientemente cerca de ti para que lo notaras, y sin embargo, ni siquiera lo miraste, resbalé, y caí hecho pedazos. ¿Es que acaso eres inalcanzable?   Me di la vuelta y me retiré, quizá en algún momento te des cuenta que no habrá nadie a tu lado, que seguirás danzando con la luna pero nadie podrá apreciarlo, que no habrá alguien que se esfuerce por alcanzarte, por querer tocarte, quizá entonces te des cuenta que alguna vez estuve ahí, intentándolo, y entonces dejarás de danzar, y esa luna que ilum...