El día no era tan normal, había sido largo y las nubes grises estaban cargadas de llanto. Llegué a tu casa, al parecer temprano, tú, no estabas aún, pero decidí esperar a que llegaras. El tráfico te detuvo, esas fueron tus palabras, lo suponía. Rápidamente te pusiste la mejor de tus sonrisas y colgaste de tu cuello un collar lleno de esperanzas, y así, aún entre el llanto de las nubes, salimos juntos hacia cualquier lugar.
Y lo sabía, el humo del café me lo decía, tus labios se humectaban, tu garganta se calentaba con cada sorbo directo de la humeante taza, tu boca decía palabras, algunas que ahora me es difícil recordar, pero es que ya lo dije, ese no era un día normal y mis sentidos por más que trataban aquella noche no se podían concentrar.
Estiré mi brazo para alcanzar tu mano, la toqué despacio, como si eso fuera algo que quisiera recordar, la mesa se agitó un poco pero el café no se derramó. Levanté la vista en busca de tus ojos, tus palabras enmudecieron y tu mirada apenada se desvió, te tomé de la barbilla y dirigí tu mirada a la mía. -Me gustas- te dije en tono serio pero con una ligera sonrisa, afuera los truenos no dejaban de sonar, la lluvia hacía de la noche algo espectral, pero ese día, nada había sido normal. Desviaste tu mirada nuevamente, apartaste tu mano de la mía, tomaste un poco del café que aún quedaba en tu taza, y entonces dijiste tus últimas palabras. –Por favor, llévame a casa-
Te abrí la puerta del auto, después de la lluvia la noche se hizo fría y algunas estrellas se dejaban observar, abriste el oxidado portón y te detuviste un instante, me miraste, me diste un beso en la mejilla y me abrazaste, descolgaste tu collar de esperanza y lo rodeaste a mi cuello, -aún no estoy preparada- me dijiste en tono serio, -espero lo comprendas, te quiero y eso es algo sincero-
La puerta se cerró, subí a mi auto, encendí el estéreo y un cigarrillo, miré por última vez el número 142 y me marché. En un día tan anormal el final fue el apropiado, me quedo con el recuerdo de que alguna vez pude sentir la suavidad de tu mano.
Comentarios
awww...
se me antojó un cigarro... ok no, es muy temprano U__U
Su.
Me dejó con lagrimita de Remy a punto de salir y con el corazón apachurrado.
Un abrazote.
Besiños!
Lindo texto.
Saludos!!
un beso!
Gran imaginacion para plasmar estas lineas.
Como siempre es un placer leerte.
Besos.
Un beso.
Me encantó un beso gran escritor =)
Muchas gracias por tus palabras de aliento y tu apoyo, de veras lo agradezco mucho, para mí Ex-Amorphis ahora "Tony Moca" jajajaja XD
Saludos ;D